viernes, 1 de junio de 2012

Historia: Shaitan aparece como un consejero sincero


Shaitan incita al hombre a desobedecer a Allah alegando que da consejo sincero y que sólo desea lo mejor. Así fue como juró a Adán que sólo estaba dándole consejo sincero:

Y les juró: Yo os aconsejo para vuestro bien. (Corán 7: 21)

Uahb Ibn Munabbih relató  una historia de las Gentes del Libro, que presentamos para  demostrar la voluntad y esfuerzo de Shaitan por desencaminar a la humanidad, poniendo en evidencia su ‘‘consejo sincero’’.

‘‘Hubo una vez un ermitaño asceta de la gente de Israel. Era la persona más piadosa de su época. Había tres hermanos que tenían una hermana joven y virgen, y no tenían más que esta hermana. Al ser llamados para acudir a la guerra, no supieron con quien dejar a su hermana, a quién confiarla para que la cuidara. Acordaron entonces dejarla a cargo de esta persona piadosa, porque confiaban en él. Entonces fueron donde él para preguntarle si podían, en efecto, dejarla con él. Ella estaría en el edificio contiguo a su ermita y a su cuidado, hasta que ellos volvieran de la guerra. En un principio éste se negó a su demanda y buscó refugio en Allah de ellos y de su hermana. Pero persistieron hasta que finalmente aceptó. Les dijo: ‘Dejadla en la casa contigua a mi ermita’. Así fue que la dejaron en ese lugar y salieron.

La joven permaneció  junto a la ermita de esta persona piadosa por algún tiempo. Él dejaba la comida para ella ante la puerta, cerraba con llave su puerta y volvía a su ermita. Entonces le avisaba que podía salir de la casa y tomar la comida. Fue entonces cuando Shaitan se le acercó de manera imperceptible, animándolo a que la tratara más amablemente. Le dijo que no era bueno dejar que la mujer saliese de su casa durante el día porque algún hombre podría verla. Que sería mejor que él mismo llevase la comida hasta su puerta, porque sería una obra  piadosa en su favor. Así fue que comenzó a llevar la comida hasta su puerta, pero sin hablarle.

Entonces Iblîs vino nuevamente y lo animó a hacer buenas obras y conseguir más bendiciones. Le dijo: ‘Si llevaras la comida hasta dentro de su casa conseguirías mayor recompensa’. Continuó animándolo durante algún tiempo hasta que el siervo comenzó a llevar la comida hasta dentro de la casa. Y continuó así durante algún tiempo.

Entonces Iblîs (Shaitan) vino nuevamente y lo animó a que hiciese el bien. Le dijo: ‘Si hablaras con ella, aliviarás su miedo, angustia y soledad’. Así fue que comenzó a hablar con ella desde la habitación en su ermita.

Pero una vez más Iblîs vino de nuevo. Le dijo: ‘Si bajas hasta la puerta de tu casa, y ella hasta la puerta de su casa mientras habláis, será, sin duda, más reconfortante para ella’. Continuó animándolo hasta que accedió a bajar y sentarse ante su puerta para hablar con ella. La muchacha salía de su edificio y se sentaba delante de su puerta y hablaban durante algún tiempo.
Entonces Iblîs vino nuevamente y lo animó a que se esforzara todavía más en conseguir recompensas por tratarla bien. Le dijo: ‘Si salieras de tu ermita y te sentaras cerca de su puerta sería más confortable para ella’. Y continuó exhortándolo hasta que lo hizo por un tiempo.

Entonces Iblîs vino de nuevo. Esta vez le dijo: ‘Si entras en su casa y hablas con ella, y no haces que muestre su rostro en público será incluso mejor para ti’. Continuó exhortándolo hasta que entró en su casa, pasando el día entero hablando con ella. Pero cuando la noche llegaba, volvía a su lugar de culto.
Entonces Iblîs vino una vez más y comenzó a susurrarle sobre su belleza y tentándolo, hasta que el monje toco´ su pierna y la besó. Pero Iblîs continuó susurrándole hasta que finalmente tuvieron relaciones.

Así fue que ella quedo embarazada y dio a luz a un niño. Entonces Iblîs le dijo al monje: ‘¿No comprendes lo que los hermanos de la joven harán contigo cuando vean que ha dado a luz un hijo tuyo? No sabes si expondrán a la luz tu acción. Debes tomar al niño, matarlo y enterrarlo, para ocultar el asunto, ya que ella no contará nada por temor a que sus hermanos sepan lo que habéis hecho’. Pero Iblîs volvió y le dijo: ‘¿Acaso piensas que ella ocultará a sus hermanos lo que hiciste con ella, y que mataste a su hijo? Debes matarla y enterrarla con su hijo’. Y continuó incitándolo hasta que la mató y la enterró junto a su hijo. Colocó sobre la tumba una piedra enorme y lo niveló. Entonces volvió a su lugar de culto y se dedicó a la oración. Permaneció así un tiempo hasta que los hermanos regresaron de la guerra. Cuando fueron donde el monje y preguntaron por su hermana, éste comenzó a lamentar su pérdida y llorar pidiendo por ella misericordia. Les dijo: ‘Ella era la mejor de las mujeres y aquella es su tumba’. Los hermanos fueron hasta la tumba y lloraron por su hermana pidiendo a Allah que tuviera misericordia de ella. Estuvieron ante la tumba durante unos días y luego volvieron a sus familias.

Cuando sobrevino la noche y se durmieron Shaitan se presentó en sus sueños con la apariencia de un viajero. Comenzó con el hermano mayor, preguntándole por su hermana. Éste le dijo lo que el monje les había contado y cómo les había mostrado su tumba. Entonces Shaıtan desmintió al monje diciendo: ‘No os dijo la verdad sobre vuestra hermana. Sino que ella quedó embarazada de él y tuvo un hijo. Pero luego mató a ambos y los enterró por temor a vosotros. Los enterró en un agujero que hizo en el lado derecho de la puerta de la casa que ella habitaba’. Entonces se presentó y dijo lo mismo en el sueño de los dos hermanos restantes.

Cuando los hermanos despertaron, quedaron sorprendidos de lo que habían visto. Cuando se encontraron dijeron: ‘Tuve un sueño asombroso anoche’ y se contaron mutuamente lo que habían visto.

El hermano mayor dijo: ‘Ese sueño no es importante, ignoradlo’. Pero el más joven dijo: ‘No lo dejaré pasar, iré a ese lugar a investigar’. Así fue que fueron hasta el lugar descrito ante la puerta y al excavar encontraron a su hermana y su hijo enterrados como les había sido dicho. Al preguntarle a monje, éste confesó reconociendo lo que Iblîs les había dicho. Así que salió de su ermita para ser ajusticiado.

Cuando lo ataron al madero para ejecutarlo Shaitan se apareció ante él y le dijo: ‘Ahora sabes que yo fui quien te tentó con la joven para que quedara embarazada y luego la matases junto a su hijo. Si me obedeces hoy y niegas (descrees) de Allah, quien te creó y formó, yo te rescataré de esta dificultad’. El monje descreyó de Allah, negando su existencia.

Pero cuando el monje abandonó la Fe, Shaitan lo abandonó, y fue ejecutado.
 Los sabios mencionan esta historia al hacer su comentario sobre la siguiente Aleya:

Son como Satanás cuando dice al hombre: ¡No creas! Y, cuando ya no cree, dice: Yo me desentiendo de ti (59: 16) 

Aludiendo a que esta Aleya se refiere a este monje y a otras personas a las que les cabe el ejemplo y Allah sabe mejor.

Fuente: Los Genios y los Demonios Omar S. Al Ashqar

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