viernes, 24 de junio de 2016

¿Por qué es el ayuno islámico diferente de otros tipos de ayuno?

Los musulmanes de todo el mundo observan un ayuno completo (sin comida ni bebida) entre la salida y puesta del sol durante el mes de Ramadán. Hacen esto no por perder peso o por algún otro beneficio médico, sino porque es un mandamiento del Corán, el cual dice:

¡Creyentes! Se os ha prescrito el ayuno al igual que se les prescribió a los que os precedieron. ¡Ojalá tengáis temor (de Allah)!

De acuerdo a la ley islámica, los jóvenes que no han llegado a la pubertad, los enfermos, viajeros y las mujeres que menstrúan o están amamantando no tienen la obligación de ayunar.

Además de no ingerir ningún alimento ni bebida durante el día, los musulmanes también se abstienen de las relaciones sexuales, fumar, o la conducta errónea mientras ayunan; en contrapartida se enfatiza el hacer más acciones buenas como dar en caridad, incrementar las oraciones voluntarias o recitar el Corán.

En 1975 Allan Cott en su trabajo “El ayuno como estilo de vida” decía que “el ayuno conlleva un sano descanso fisiológico para el sistema digestivo y el sistema nervioso y regulariza el metabolismo”. También es conocido que el ayuno total puede conllevar efectos negativos si no se hace de una manera correcta. Por esta razón y otras, el ayuno islámico es diferente, pero ¿cómo?

¿Por qué es diferente el ayuno islámico?

1) En comparación con otros planes dietéticos, en el ayuno durante Ramadán no se da malnutrición o una ingesta errónea de calorías.

Dado que no hay restricción en el tipo ni cantidad de comidas que se pueden consumir una vez se rompe el ayuno, al caer la tarde, y hasta su inicio la mañana siguiente. Esto fue confirmado por M. M. Hussaini durante el Ramadán de 1974 cuando condujo un análisis dietético de estudiantes musulmanes en la universidad del Norte de Dakota, Fargo. El estudio concluyó que la ingesta de calorías estaba dentro de la cantidad diaria recomendad.

2) El ayuno de Ramadán se hace de forma voluntaria, es decir, no es una prescripción de un médico.

En la parte del cerebro llamada hipotálamo existe un lugar llamado ‘lipostat’ que controla la masa del cuerpo. Cuando se da una pérdida de peso muy rápida por un dieta de inanición, este centro no lo reconoce como algo normal y por tanto se reprograma para recuperar peso de forma muy rápida una vez se vuelve a la normalidad.

Por lo tanto la única forma de perder peso es de una forma lenta, controlada y gradual al modificar nuestro comportamiento y actitud hacia la comida además que eliminamos los excesos.

Ramadán es un mes de autorregulación y disciplina respecto a la ingesta de comida, y, por lo tanto, causando un cambio permanente en la programación del lipostat.

3) En el ayuno islámico no se está sometido a una de una sola comida en particular (por ejemplo fruta, proteínas, etc.).

Se toma una comida por la mañana antes de la salida del sol y por la tarde, a su caída (y entre medias, si se requiere) en la que puede haber cosas dulces tal y como dátiles, frutas, zumos, etc. que puedan prevenir cualquier hipoglucemia además de una comida normal.

4) Durante Ramadán de prescriben más oraciones voluntarias después de la cena, lo que ayuda a metabolizar la comida.

Usando un contador de calorías calculé el número de calorías consumidas durante el tarawih, la oración especial del Ramadán, en unas 200. La oración islámica usa todos los músculos y articulaciones del cuerpo y se puede considerar como un ejercicio suave.

5) El ayuno de Ramadán es un ejercicio de autodisciplina.

Para aquellos con malos hábitos, como fumar (mucho o poco), picar constantemente o el exceso de café, es una buena forma de romper con este hábito esperando que el efecto continue después de Ramadán.

6) El ayuno de Ramadán también tiene efectos psicológicos positivos para quienes ayunan.

Los ayunantes han descrito un sentimiento de paz interna y tranquilidad. El Profeta, que la paz sea con él, recomendaba:

“Y si alguien se pelea con él o abusa, debería decirle dos veces ‘estoy ayunando’” (Bujari)

Por lo que la hostilidad personal durante Ramadán se reduce al mínimo, algo que tiene efectos positivos para la psicología del ayunante.

Estos son alguno de los motivo por los que el ayuno islámico durante el mes de Ramadán es diferente de otros tipos de ayuno y no es perjudicial.

Además de esto, el ayuno tiene muchos otros tipos de beneficios. El más importante de ellos es la recompensa de Dios por el ayuno, dice Dios:

Toda acción tiene una recompensa de ente 10 y 700 veces su valor. Menos el ayuno, que es para Mi y yo lo recompenso. (Bujari, Tirmidi)


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